Rafting con los más pequeños

Aunque el rafting podría considerarse como una actividad o deporte de riesgo, lo cierto es que según el tipo de río o el tramo que se descienda podría ser poco peligroso ya que las aguas estarían catalogadas como planas.

Por tal motivo el rafting con niños es posible realizarlo siempre y cuando se pueda descender por ríos de niveles bajos, además que es condición indispensable que los niños que realicen esta actividad sepan nadar correctamente.

Son muchas las agencias que organizan descensos en rafting con pequeños acompañados de monitores especializados que conoce a la perfección el río y tienen una amplia experiencia. A todos los niños habrá que proveerles de equipos de protección adecuados a su estatura.

Normalmente la edad mínima para la práctica del rafting es de seis años y siempre acompañados de un familiar, tutor o responsable, incluso a veces suelen subir hasta dos o tres monitores ya que la poca fuerza que pueden ejercer estos obliga a la subida de más de un monitor. De hecho los monitores suelen colocarse en la parte delantera y trasera de la balsa, mientras que los niños se situarán en la parte interior, de este modo la fuerza del cuerpo realizada por los monitores guiará mejor a la balsa y del mismo modo se podrá evitar que los niños puedan caer de la balsa.

Los niños disfrutarán de la experiencia y del entorno con la naturaleza en una actividad que cada vez tiene más demanda.