Los que llevan un tiempo en esto del descenso de rafting sabrán que con un tiempo determinado de experiencia se puede empezar a bajar en los denominados descensos de aguas bravas.
De hecho los descensos por río están clasificados por categorías que van desde el nivel 1 hasta el nivel 6, siendo el primero y segundo nivel los más fáciles y clasificados como descensos en aguas planas. Los principiantes por normal general suelen descender por ríos de aguas planas, debido a que estas apenas tienen remolinos, ni huecos ni olas suficientemente grandes, permaneciendo durante gran parte del recorrido en aguas muy tranquilas (planas).
Los niveles 3, 4, 5 y 6 están catalogados como niveles superiores y de gran dificultad, siendo el nivel tres el más bajo de los cuatro niveles superiores. Descender por ríos de estos niveles supone hacerlo pos aguas bravas o blancas, es decir aguas turbulentas, con huecos y con olas que pueden llegar a ser bastante grandes.
Descender por aguas bravas en niveles cinco y seis está únicamente limitado a los más expertos o experimentados, dado que además de tener que conocer el recorrido habrá que tener una buena técnica y saber nadar perfectamente.
La técnica en descensos por aguas bravas es importantísima, los remolinos son abundantes y las maniobras bastante complejas.